Se intensifica el debate sobre el controvertido proyecto de ley del Reino Unido sobre Ruanda
En una medida audaz que está provocando una gran tormenta, el último y controvertido proyecto de ley sobre Ruanda del Reino Unido está bajo el microscopio por no ser amable con los derechos humanos. ¿La gran idea de Downing Street? Enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda, un plan que enfrenta serios obstáculos legales.
El plan, que forma parte de la campaña "Detener los barcos" del Primer Ministro Rishi Sunak, tiene como objetivo desviar a los inmigrantes que llegan a Ruanda a través del Canal de la Mancha. Pero aquí está el truco: un informe parlamentario reciente arroja sombra sobre el plan, calificándolo de incumplimiento de los compromisos de derechos humanos del Reino Unido. La trama se complica con el reciente veredicto de la Corte Suprema del Reino Unido de que Ruanda podría no ser el refugio seguro que se promociona para estos solicitantes de asilo, citando un "riesgo real" de abusos contra los derechos humanos.
Polémico proyecto de ley del Reino Unido sobre Ruanda: una mirada más cercana
A mitad de esta saga, está claro que el proyecto de ley no se trata sólo de desviar el tráfico. Se trata de cómo ve el Reino Unido los derechos humanos. El proyecto de ley afirma audazmente que Ruanda es segura, pero persisten susurros de dudas sobre la garantía de seguridad para los deportados. Y con el proyecto de ley que intenta poner un freno a las apelaciones, está pisando algunos obstáculos legales serios, en particular el artículo 13 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que defiende el derecho a un recurso efectivo.
El proyecto de ley no sólo está irritando la situación por su manejo de los derechos humanos; También le está dando un ojo morado al representante internacional del Reino Unido como defensor de los derechos humanos. Joanna Cherry QC MP, presidenta del Comité Conjunto de Derechos Humanos, no se anduvo con rodeos y denunció la “hostilidad hacia los derechos humanos” del proyecto de ley. Es un crudo recordatorio de que los derechos humanos no son sólo obstáculos burocráticos sino salvaguardias esenciales contra la extralimitación del gobierno.
A pesar de la reacción violenta, Sunak no da marcha atrás y está dispuesto a seguir adelante con el controvertido proyecto de ley de Ruanda del Reino Unido. Pero con su posición política un poco tambaleante y unas elecciones en el horizonte, es una apuesta. ¿Esta medida audaz dará sus frutos o es un paso demasiado lejos en la lucha por controlar la migración? Sólo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: el debate en torno al controvertido proyecto de ley de Ruanda del Reino Unido está lejos de terminar.