Calor extremo de los presos estadounidenses: la abrasadora realidad dentro de las celdas
A medida que aumentan las temperaturas globales, se desarrolla una crisis oculta dentro de los confines de las prisiones estadounidenses. 'Calor extremo de prisioneros estadounidenses' situaciones se están convirtiendo en una grave preocupación.
Los reclusos y el personal que los custodia están lidiando con el calor brutal, especialmente en las instalaciones sin aire acondicionado.
Calvin Johnson, un ex recluso, pasó 37 años en una prisión estatal de Texas, soportando 37 veranos abrasadores en una celda sin aire acondicionado.
En los días en que las temperaturas superaban los 37.7 °C (100 °F), tuvo que recurrir a medidas desesperadas para mantenerse fresco y con vida. Este es un escenario común en situaciones de 'calor extremo de prisioneros estadounidenses'.
Medidas desesperadas para sobrevivir
Johnson cuenta cómo los reclusos bloqueaban el inodoro para dejar correr el agua, empapaban su ropa y se tumbaban en el agua para refrescarse.
Algunos reclusos incluso recurrieron a beber agua del inodoro, ya que era un poco más fría que el agua del fregadero de la celda.
El acceso a los métodos de enfriamiento era limitado. Los ventiladores escaseaban y el hielo era un bien escaso. Johnson fue testigo de cómo muchos reclusos se desmayaban por el calor. Estos 'Calor extremo de prisioneros estadounidenses' Las condiciones son una preocupación creciente.
La frecuencia cada vez mayor de condiciones peligrosamente calientes ha provocado llamados a reformar las prisiones de EE. UU. Trece estados en las partes más calurosas de los EE. UU., incluidos Texas y Arizona, carecen de aire acondicionado universal en las cárceles, lo que crea condiciones potencialmente letales.
Un estudio encontró que las tasas de mortalidad durante el verano en las prisiones estatales y privadas de EE. UU. aumentaron un 5.2 % por cada aumento de 10 °F en la temperatura por encima de los promedios históricos. Esta estadística alarmante subraya la urgencia de abordar las situaciones de 'calor extremo de los prisioneros estadounidenses'.
Calor extremo para presos estadounidenses: Impacto en el personal penitenciario
No son sólo los presos los que se ven afectados por el calor. Los guardias de prisiones también están sufriendo. Clifton Buchanan, exguardia de prisiones de Texas, describe trabajar en una prisión con temperaturas de tres dígitos como “trabajar en un infierno”. Este es otro aspecto de la 'Calor extremo de prisioneros estadounidenses' problema que necesita atención.
Los guardias a menudo experimentan aturdimiento, mareos y náuseas debido al calor. Estas condiciones, combinadas con las demandas físicas del trabajo, hacen que su entorno de trabajo sea extremadamente desafiante.
A pesar de la clara necesidad de cambio, los defensores de la reforma penitenciaria enfrentan una batalla cuesta arriba. La postura dura de Texas contra el crimen hace que los legisladores se muestren reacios a mejorar las condiciones.
La lucha contra las situaciones de 'calor extremo de los presos estadounidenses' continúa, destacando la necesidad urgente de reforma y los derechos humanos de los que están tras las rejas.
Este año, la Cámara de Representantes de Texas tomó medidas para abordar las prisiones sobrecalentadas del Estado de la Estrella Solitaria. Aprobó un proyecto de ley que requeriría que las prisiones se mantuvieran entre 18C y 29C, que ya se requiere en las cárceles locales, y presupuestó más de $343 millones para equipar las prisiones del estado con aire acondicionado.
Pero el Senado rechazó el proyecto de ley y recortó el dinero asignado para mejorar las condiciones. Este revés en la lucha contra las situaciones de 'calor extremo de los presos estadounidenses' subraya los desafíos que enfrentan los defensores de la reforma penitenciaria.