El Reino Unido abandona el Pacto sobre la Carta de la Energía en medio de conversaciones estancadas
El Tratado sobre la Carta de la Energía ha perdido otro miembro cuando el Reino Unido anunció su retirada del controvertido acuerdo. Francia, Alemania y otras naciones de la UE habían tomado previamente medidas similares en medio de negociaciones fallidas para actualizar el antiguo acuerdo.
El Tratado sobre la Carta de la Energía se estableció en 1998 para proteger las inversiones energéticas transfronterizas. Pero en los últimos años, varios signatarios se han enfrentado a costosas batallas legales derivadas de políticas destinadas a reducir la dependencia de los combustibles fósiles e impulsar opciones más ecológicas.
A medida que se intensifica la crisis climática, muchos países quieren que se revise el Tratado sobre la Carta de la Energía para adaptar mejor las tecnologías bajas en carbono. Sin embargo, las negociaciones entre los miembros llevan años estancadas. "Las conversaciones se han estancado y una renovación sensata parece cada vez más improbable", explicó un ministro del gobierno del Reino Unido.
Es hora de una actualización
En lugar de seguir atados a términos obsoletos, Gran Bretaña y otras naciones de la UE han optado por retirarse del tratado. Una organización climática sin fines de lucro pidió una salida masiva de la UE, argumentando que el marco actual podría penalizar a las naciones por políticas climáticas ambiciosas. Varias docenas de países todavía figuran como signatarios en el sitio web del tratado, pero el impulso parece estar alejándose del pacto tal como se firmó.
Al anunciar su salida, el gobierno del Reino Unido dijo que permanecer en el Tratado sobre la Carta de la Energía “no respaldaría nuestra transición hacia una energía más limpia y barata”. La retirada de varios estados de la UE indica que la necesidad de modernización es urgente si el acuerdo espera seguir siendo relevante en medio del cambio global hacia los recursos renovables. Queda por ver si otros miembros podrán llegar a un consenso para revisar las protecciones obsoletas y facilitar el desarrollo con bajas emisiones de carbono.