La gran medida de Biden para reducir las emisiones del tubo de escape
En un paso importante para frenar las emisiones de los tubos de escape, la administración Biden ha anunciado nuevos estándares de emisiones de vehículos que tienen como objetivo reducir significativamente la contaminación de los turismos y camiones durante la próxima década. Las nuevas reglas establecen los objetivos más estrictos para las emisiones de escape que jamás haya visto Estados Unidos y se espera que aceleren la transición a los vehículos eléctricos.
Las regulaciones requerirán una reducción del 56% en las emisiones promedio del tubo de escape por vehículo para 2032, lo que prácticamente garantizará que los vehículos eléctricos representen una proporción mucho mayor de las ventas de automóviles nuevos en los próximos años. Actualmente, los vehículos eléctricos representan solo alrededor del 7% de las ventas, pero la EPA proyecta que los nuevos estándares podrían hacer que los vehículos eléctricos y los híbridos enchufables representen alrededor del 70% de los vehículos en circulación a principios de la década de 2030.
Una importante victoria en materia de clima y salud pública
Reducir las emisiones de los tubos de escape es crucial para abordar tanto el cambio climático como los problemas de contaminación del aire. El transporte representa la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos y los vehículos de pasajeros son una fuente importante de contaminantes nocivos. La EPA estima que los nuevos estándares eliminarán más de 7 mil millones de toneladas de dióxido de carbono para 2055 y reducirán drásticamente las emisiones de partículas, NOx y otros contaminantes que impactan negativamente la salud pública.
Las reglas no exigen vehículos eléctricos, pero al establecer objetivos claros de reducción de emisiones de escape, esencialmente requerirán que los fabricantes de automóviles vendan muchos más vehículos eléctricos o enfrenten sanciones. La industria automotriz había presionado por objetivos menos agresivos, pero en general todavía apoya las regulaciones, ya que brindan certeza a largo plazo sobre los futuros estándares de vehículos. La medida es una gran victoria para la administración Biden en sus esfuerzos por reducir las emisiones nacionales mediante legislación y acciones ejecutivas.