El impacto de la sentencia de FIV de Alabama
El fallo de Alabama sobre la FIV ha provocado un debate en Washington. Los republicanos se han encontrado en una posición incómoda, al apoyar una legislación que define la vida en el momento de la concepción y al mismo tiempo expresar su apoyo a la fertilización in vitro (FIV). ¿Cómo pueden conciliarse ambas posiciones?
La versión de la Cámara de Representantes de la Ley de Vida en el momento de la concepción, patrocinada por el representante republicano Alex Mooney, define la vida humana comenzando en la fertilización sin excepciones para la FIV. 125 representantes del Partido Republicano son copatrocinadores, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. Sin embargo, el proyecto de ley carece de texto clarificador sobre la legalidad de la FIV.
Después del fallo sobre la FIV en Alabama, muchos republicanos se apresuraron a afirmar su respaldo a los tratamientos de fertilidad. Pero la Ley de Vida en el momento de la concepción plantea dudas sobre el estatus legal de la FIV si se otorgan protecciones iguales a la fertilización. El proceso generalmente implica fertilizar múltiples óvulos antes de implantar embriones, lo que podría entrar en conflicto con el texto del proyecto de ley.
Cuadrando el círculo
Los demócratas están explotando esta inconsistencia. El PAC de la mayoría de la Cámara de Representantes y la campaña Biden-Harris han destacado a los republicanos que copatrocinaron la Ley de Vida en la Concepción y al mismo tiempo expresaron su apoyo a la FIV. La representante Michelle Steel respalda a ambos, aunque su distrito favorece a los demócratas. Ella y otros republicanos aún tienen que explicar cómo se pueden conciliar sus posiciones a la luz del fallo de la FIV de Alabama.
La cuestión coloca a los republicanos en un aprieto. Apoyar la decisión de Alabama corre el riesgo de alienar a las mujeres de los suburbios, un bloque electoral clave. Pero respaldar la FIV podría socavar sus credenciales provida. Navegar por este debate pondrá a prueba la capacidad de los republicanos para enhebrar la compleja política de los derechos reproductivos. Sólo el tiempo dirá si podrán cuadrar este círculo.