El audaz experimento de Canadá con la despenalización de las drogas se enfrenta a una evaluación crítica
Canadá ocupó los titulares internacionales en 2021 cuando lanzó programas piloto en varias ciudades que dejaron de aplicar sanciones penales por posesión personal de pequeñas cantidades de ciertas drogas ilegales como heroína, cocaína y metanfetaminas. El audaz experimento social tenía como objetivo reducir las sobredosis y frenar el flujo de usuarios no violentos hacia el sistema de justicia penal. En su lugar, adoptando un enfoque de “despenalización de las drogas” centrado en la salud pública.
Dos años después de estas iniciativas pioneras de despenalización de las drogas, los funcionarios gubernamentales y las autoridades sanitarias están examinando cuidadosamente los resultados. Entender qué funciona y qué podría mejorarse. Se están analizando datos sobre temas como tasas de tratamiento por abuso de sustancias, visitas a salas de emergencia por sobredosis e informes de delitos menores relacionados con drogas. Y las actitudes del público hacia las personas que luchan contra la adicción. Los hallazgos ayudarán a determinar si la despenalización de las drogas debe hacerse permanente o modificarse de alguna manera.
Análisis del punto medio
Los primeros indicadores sugieren que el enfoque de despenalización de las drogas ha tenido algunos impactos positivos, según la ministra de salud canadiense, Carolyn Bennett. “Las muertes por sobredosis se redujeron significativamente en las ciudades donde se realizó el ensayo. Lo que sin duda es una señal alentadora de que la política está salvando vidas como se esperaba”, afirmó. Sin embargo, otros argumentan que la inscripción en programas de tratamiento no ha aumentado tanto como se esperaba y que persisten ciertos problemas de seguridad pública. Es necesario abordar esta cuestión para que las iniciativas se consideren un éxito total.
Con los resultados aún pendientes de revisión final, el debate sobre la despenalización de las drogas en Canadá está lejos de estar resuelto. "Este es un experimento social importante para ver si un modelo de atención sanitaria funciona mejor que el fallido enfoque de prohibición penal, pero aún se necesita más tiempo para tomar una decisión final", comentó el profesor de criminología Neil Boyd de la Universidad Simon Fraser. Aún está por verse una decisión final sobre ampliar, retractar o modificar las políticas pioneras de despenalización de drogas del país.