Vladimir Putin asegura un estricto control del poder en Rusia tras unas controvertidas elecciones
Con más de la mitad de los votos contados, los resultados preliminares muestran que el actual presidente Vladimir Putin ganó la reelección en las elecciones presidenciales de Rusia. En medio de acusaciones de unas elecciones montadas y sin una oposición real.
Durante más de dos décadas, Putin ha consolidado el poder y eliminado los límites de mandato para seguir siendo el líder con más años de servicio en Rusia desde Joseph Stalin. Esta última victoria le permitirá potencialmente permanecer en el cargo hasta 2036, continuando su gobierno autoritario sobre el país. La mayoría de los críticos y figuras de la oposición han sido exiliados, encarcelados o se les ha prohibido postularse, en lo que muchos ven como una conclusión inevitable para retener el control de Putin.
¿Un proceso falso?
Los observadores y críticos internacionales han criticado el proceso electoral como una “farsa” sin competencia política genuina para Vladimir Putin. Con el país en medio de una costosa guerra en Ucrania que ha dañado la economía y aislado a Rusia. La votación parece tener más importancia como muestra de apoyo a Putin que como ejercicio democrático libre y justo.
Se espera que los resultados finales muestren que Vladimir Putin ganará más del 80% de los votos. Permitiéndole extender su presidencia a una tercera década en el Kremlin. Sin embargo, actos de desafío como protestas en fila y ataques con bombas incendiarias a los colegios electorales indican una creciente frustración con el largo dominio de Putin sobre la política rusa. Queda por ver si este fue realmente un mandato significativo. O simplemente el resultado inevitable de una farsa electoral montada para prolongar el gobierno autoritario de Vladimir Putin.